Ingredientes
- 2 tazas de garbanzos secos (o 4 latas de 443 ml (15 oz), drenadas)
- 5 dientes de ajo
- ½ cebolla dulce, picada
- 1 taza de cilantro
- 1 taza de perejil
- 3 cucharaditas de comino molido
- 2 cucharaditas de semillas de cilantro molidas
- 1 cucharadita de sal
- ½ cucharadita de pimienta negra
- ⅛ de cucharadita de cardamomo molido
- 1 cucharada de polvo para hornear
- Aceite de oliva extra virgen, según se requiera
- Gajos de limón amarillo, para servir
Preparación
- Si usa garbanzos secos, colóquelos en un tazón grande. Cúbralos con por lo menos 6 tazas de agua. Déjelos remojar de 18 a 24 horas. Escúrralos bien. Si usa garbanzos en lata, sáltese este paso.
- Coloque los garbanzos y el resto de los ingredientes del faláfel (excepto el aceite de oliva y el limón amarillo) en un procesador de alimentos. Muélalos hasta que la mezcla comienza formar una masa. Limpie el interior del tazón periódicamente.
- Tome un poco de la mezcla en su mano y forme una bola. Si la mezcla está bien integrada; está lista para formar las bolas. Si no está integrada, muélala un poco más. No agregue agua porque esto haría que la masa quede demasiado húmeda y no tendrá la consistencia adecuada.
- Forme el faláfel en croquetas de 6 mm.
- Caliente una sartén mediana a fuego alto. Cuando la sartén esté caliente, agregue suficiente aceite para cubrirla generosamente y crear una capa delgada.
- Cuando el aceite esté caliente, agregue las croquetas a la sartén con cuidado. Cocínelas durante un total de 4 minutos, 2 minutos de cada lado, o hasta que estén de color café. Páselas a un plato cubierto con una toalla desechable para que se enfríen.
- Sírvalas en un sándwich o sobre una ensalada firme y exprímale un poco de limón amarillo.
Receta escrita por Dan Buettner.